Páginas

31 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 9)

Desconecta


La semana pasada me senté a escribir todos los días pero no terminé publicando nada relativo a los Días de borrasca [víspera de resplandores] en la página. Los motivos son diversos pero van desde que el contenido me parecía una frivolidad hasta que había terminado entrando en temas políticos, que es algo que me prometí no abordar hasta que acabara esta crisis. En todo lo que escribí sobrevuela la intoxicación informativa a la que me vengo exponiendo desde que empezó el confinamiento y que de alguna manera ha provocado que me censure. Leo y consulto de forma compulsiva todo lo que tengo a mi alcance y la saturación ha terminado pasando factura. La situación general en la que estamos me parece bastante terrible pero en nada me ayuda bloquearme y no asomar por aquí. Creo que la clave está en esa imagen de Pictoline (página que me encanta, con esas infografías tan chulas que hacen): tengo que crear un lugar seguro en mi cabeza, una Fortaleza de la Soledad, donde pueda refugiarme unos momentos al día, libre de COVID-19, pandemias y preocupaciones.

Quiero seguir escribiendo porque lo necesito. Todo ese contenido que he desechado me ha generado una frustración absurda porque, aunque no tengo ninguna obligación con la página, siento que me falta algo por no haberlo publicado. Tampoco tengo una idea clara de lo que quiero lograr ahora mismo con estos reportes desde el confinamiento pero sí tengo claro que querré leerlos en el futuro. A lo que no termino de encontrarle sentido es a la estructura que estoy manejando: quiero desconectar del Mundo Real™ viniendo aquí a contaros mis vivencias diarias en el Mundo Real™. Pero así es. Y así lo contaré hasta que pierda definitivamente el contacto con la realidad (escenario en el que veo muchas ventajas).

28 mar 2020

The Masterplan (Oasis - Live at Knebworth Park 10.08.1996)

Hoy es mi cumpleaños así que me permito romper la cuarentena de nuevo para darme un homenaje. En el verano de 1996 Oasis dió un concierto absolutamente memorable en Knebworth Park. Estaban en la cima del mundo y muchos coinciden en señalar este momento como el punto más álgido de sus carreras. Personalmente no pienso que a partir de aquí no hicieran nada memorable pero sí coincido con que es la cima de la montaña: nunca llegaron a superar esto.

Al concierto le tengo un cariño especial, lo he escuchado tantas veces que forma parte de mi ADN y lo tengo asociado a una etapa muy concreta de mi vida. Me cogió veraneando en una urbanización en la que tenía muy pocos amigos y a los que llevaba esperando que vinieran casi un mes. Sin teléfono, sin internet, sin saber nada de ellos o cuando iban a venir... la prehistoria de la civilización. Todo un drama para un preadolescente Sr. Forfy que se pegó el mes de junio esperando, con todo el tiempo del mundo por delante y sin nada que hacer. El caso es que, aunque ahora me lo tome un poco a risa, siempre tengo muy presente ese verano porque creo que aprendí algo. Lo que al principio parecía una espera interminable se hizo muy llevadera en cuanto dejé de lamentarme por la situación (que costó bastante), me puse una rutina y empecé a dedicar tiempo a las cosas que me gustaban. Llego agosto, llegaron mis amigos y todo mejoró, pero me sorprendió mucho la sensación de echar de menos ese tiempo que estuve a mi aire. Es un poco extraño porque han pasado 24 años desde aquello pero, de alguna manera, me recuerda a la situación actual de confinamiento en la que estamos.

En medio de toda esa angustia existencial los 40 Principales emitieron el concierto de Oasis por la radio. Simplemente me voló la cabeza, pude grabarlo y debe ser la cinta que mas he quemado de la historia. Hasta ese momento no había escuchado a Oasis en directo y me llevé una impresión muy equivocada de ellos porque estuvieron impresionantes (cuando suelen ser bastante normalitos). Todo me pareció impecable pero las canciones que no conocía (en España, al menos que yo sepa, sólo se había comercializado el (What's the Story) Morning Glory?) se me quedaron marcadas a fuego. No me podía creer que el grupo tuviera esos temazos, sobre todo la mitiquísima joya de la corona: The Masterplan. Muy posiblemente mi canción favorita del grupo y que justo hoy quiero dejar por aquí:

27 mar 2020

Kasabian - Acoustic Session at Mode (London, 2014)

Sabía yo que en algún momento iba a descarrilar con los Días de borrasca [víspera de resplandores]. Ahora mismo se agolpan en borradores unos cuantos post que no van a salir en el día que debían y que no se si tiene mucho sentido que terminen viendo la luz. Vamos, que me he zancadilleado a mí mismo, algo que tenía que haber previsto porque no estoy acostumbrado a hacer actualizaciones diarias en el blog (tampoco había previsto una PANDEMIA, vamos a ver...). 

La verdad es que pienso que ese pequeño colapso ha sido para bien: es señal de que los días se me están pasando en un suspiro y cuando me pongo al teclado a hacer el reporte diario estoy agotado. Tengo muchas sensaciones cambiantes estos días pero el aburrimiento o la sensación de estar perdiendo el tiempo no están entre ellas. De hecho estoy empezando a hacer acopio de material para la página pero no para este confinamiento, sino al reves, para cuando nos desconfinemos y veamos cuanto podemos recuperar de nuestras vidas. Con esto no quiero dar a entender que piense que estemos cerca del final (porque es justo al reves) pero sí creo que ha llegado el momento de intercalar el contenido que normalmente tendría Mundo Alocado con las entradas del Cuaderno de Bitácora del Apocalipsis.

Así que, damas y caballeros, en pleno llamamiento al #yomequedoencasa y puesto que vivimos tiempos oscuros, os ofrezco uno de mis artefactos para levantar el ánimo: Kasabian en un acústico memorable para Absolute Radio. Es uno de mis conciertos favoritos de todos los tiempos y ellos están soberbios (muy fan de Tom Meighan rugiendo como un dinosaurio, ya lo veréis). Además, como el formato es íntimo y recogidito, es ideal para poner en el salón que es lo que pega ahora mismo.

Es el primer concierto que dejo en la página y no lo he subido al canal de TV porque creo que lo terminarían borrando mas pronto que tarde. Veréis que la resolución no es muy allá pero al menos se escucha decentemente. Disfrutadlo:

22 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 8)

Insectos prisioneros en ámbar

https://www.deviantart.com/axcy

Los Tralfamadorianos son seres cuatridimensionales y, por ello, tienen la capacidad de experimentar la realidad conociendo su pasado, presente y futuro a la vez. Son fatalistas porque saben exactamente como y cuando se destruirá el Universo pero lo aceptan placidamente porque tampoco es que puedan hacer nada por evitarlo. Cuando los descubrí en Matadero Cinco de Kurt Vonnegut maldije mis limitaciones de terricola y mi percepción tridimensional del espacio y el tiempo. Compartía con ellos practicamente el mismo fatalismo existencial pero con cero certezas... ¡no era justo!, así que empecé a juguetear con la idea de proyectarme hacia el futuro ante eventos difíciles. Lo que comenzó siendo una mera huida hacia delante, en busca de un lugar libre de lo que fuera que me preocupara, ha terminado convirtiéndose en una herramienta muy útil. No se trata de eludir responsabilidades o asumir que "todo pasará", sin más (aunque "todo pasará", en cualquier caso) sino de trazar una estrategia mental que me permita llegar a ese lugar libre de preocupaciones que está esperando en el futuro. Otra forma de racionalizar el "nunca llueve eternamente" de El Cuervo (vengo de los '90, esta es mi educación cultural).

Ejemplo: en Marzo-2019 empecé unos estudios que finalizaron sobre Enero-2020. Durante gran parte del trayecto, cuando la cabeza no me daba para más y los ánimos flaqueaban, me proyectaba a Marzo-2020. "No te preocupes, sigue haciendo las cosas como hasta ahora y en Marzo-2020 todo esto será un problema del Sr. Forfy del pasado".  Y vaya que sí. Marzo-2020 y, sorpresa: me parece hasta obsceno todo lo que me ha estado preocupando algo que ahora me parece tan pequeño. Tan manejable. Eso y tantas otras cosas que hace tan sólo una semana representaban mis preocupaciones diarias y que ahora ocupan un segundo plano.

Chorradas y ensoñaciones aparte, proyectarme me suele ayudar a tomar conciencia de los problemas y observarlos como algo mas manejable de lo que me parece en el momento que surgen. Esta semana pasada ha sido bastante mas dura de lo que esperaba y ahora mismo estoy bastante convencido de que la que viene será peor. Sin embargo, me veo proyectado a un escenario en el que todo habrá pasado. No se como llegaré allí ni (lo que mas me preocupa en estos momentos) cuando. Pero tenemos muchas herramientas para hacernos a la idea y estoy aferrado, con fervor religioso, a la Modelización Epidemiológica del COVID-19 que está elaborando el Grupo de investigación de matemáticas "Modelling Uncertainty Quantification" del IMM de la Universidad Politécnica de Valencia. Quizá para el tralfamadoriano medio no constituya un artefacto de interés, pues ya sabe cuanto de cierto tiene, pero para nosotros, humanos de a pie, es otro cantar. Por lo pronto el pasado parece ir dándole la razón. Veremos cuanto tiene de cierto el futuro que predice.



Los terrestres son grandes narradores; siempre están explicando por qué determinado acontecimiento ha sido estructurado de tal forma, o cómo puede alcanzarse o evitarse. Yo soy tralfamadoriano, y veo el tiempo en su totalidad de la misma forma que usted puede ver un paisaje de las Montañas Rocosas. Todo el tiempo es todo el tiempo. Nada cambia ni necesita advertencia o explicación. Simplemente es. Tome los momentos como lo que son, momentos, y pronto se dará cuenta de que todos somos, como he dicho anteriormente, insectos prisioneros en ámbar.

Matadero Cinco (Kurt Vonnegut) 

18 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 7)

Happy Hunger Games! And may the odds be ever in your favor.

https://twitter.com/ibonpereztv/status/1239469006626738176


Soy uno de esos afortunados que pueden teletrabajar desde casa estos días. La estampa de personas agolpadas este pasado lunes en la estación de Atocha, por la que forzosamente tengo que pasar a diario, me acojonó totalmente. Conozco la Experiencia-Atocha en escenarios menos apocalípticos: avería/incidencia en algún tren y venga a agolparse la gente en la vía, con el agravante de que rara vez te informan por megafonía de lo que pasa y ni tan siquiera puedes hacerte una idea de cuando pasará el siguiente tren. Siempre me ha parecido una falta de respecto increible pero que el primer día laboral después de decretarse el estado de alarma ocurra esto... sin comentarios.

Veo las imágenes y el nivel de paranoia y miedo me atraviesa a través de la pantalla. Miedo a contagiarte, a contagiar a otros, a seguir expandiendo esta pandemia...y, sobrevolándolo todo, el miedo sepulcral a que te despidan. Capitalismo en su vertiente criminal: ir a trabajar, literalmente, te quita la vida.

Pienso todos los días en esas imágenes cuando enciendo el equipo del trabajo para empezar la jornada en el calor del bunker. Pienso en eso y en lo afortunado que soy, por eso y por muchas cosas mas, y es una pena que aun así mi experiencia teletrabajando esté siendo un cúmulo de sinsabores. No es culpa del Coronavirus, vamos a ver, porque (voy a censurarme un poco, por si hay niños) no es que me motivara especialmente mi trabajo antes del confinamiento forzoso. Pero se me está haciendo muy cuesta arriba por una combinación de desinterés (¿quién tiene la cabeza ahora para chorradas que no sean la SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE?), desimplicación (que ya lo traia yo en la mochila), nervio, tensión acumulada, torrenciales inmanejables de trabajo, niños correteando pre-romperse la crisma en cualquier momento y alguna que otra cosa mas que me guardo.

Hoy, de todas formas, me he autodiagnosticado y he descubierto qué es lo que mas me molesta de esta situación. Llevo unos cuantos años haciendo un ejercicio de desconexión brutal en cuanto termino la jornada laboral para no traerme a casa a los dos parásitos que me acompañan en la misma: la ansiedad y el estrés. Tengo un viaje de vuelta al bunker de algo más de una hora en transporte público en el que termino la desintoxicación (con fuertes combinaciones de música, lectura y series). Hay días que vengo más contaminado que otros pero, por lo general, he depurado el sistema de una forma satisfactoria. Es la primera (y segunda) regla de mi Club de la Lucha particular: no se habla de trabajo en el tiempo libre.

Me está resultando muy chocante fichar el fin de jornada y... estar ya dentro del bunker. Con todo el estrés flotando en el ambiente, con toda la ansiedad. Es cuestión de días (por la cuenta que me trae) que vaya perfeccionando algún mecanismo mental para protegerme, a fin de cuentas el bunker siempre se configuró para aislarme del Mundo Real™. Por eso me jode tanto que el Mundo Real™ haya encontrado una forma de entrar.


Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 6)

Hace 10 días en Italia...



No me estoy aburriendo en esta cuarentena, no. Como decía ayer, el tiempo ha empezado a comportarse de forma muy extraña. Pese a que el día de hoy se me ha pasado en un pestañeo el horizonte indefinido de sucesos hace que mi sensación general sea de estancamiento, de pensar que solo llevo 7 días confinado cuando quizá debería pensar en lo rápido que han pasado (que no me creo que lleve toda una semana entera encerrado en casa, vaya).

Hoy quería explayarme por aquí con los sinsabores del teletrabajo pero resulta que en mi agenda mental de mil y una actividades para sobrevivir a estos días no me ha quedado hueco para dedicarle mas tiempo a la página. Mi intención es priorizar las actualizaciones de la página de actividades infantiles, que ahí si que no quiero fallar ni un día, pero haré lo posible por asomarme también a hacer los reportes. Por lo pronto ahora mismo os querría proponer un viaje a la Italia de hace unos 10 días. No se donde consultais la información (en lo relativo a datos yo me he enganchado a Worldometer) pero todo parece indicar que nuestro escenario se sitúa entre 7 y 10 días por detrás de los italianos (si miráis las gráficas y la evolución numérica de infectados, la tendencia es practicamente la misma). Por eso mismo me ha resultado muy interesante este video en el que unos cuantos italianos cacharrean con el tejido espacio-temporal y envían mensajes de advertencia a sus yo del pasado:


17 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 5)

Public Service Anouncement



¡Mundo Alocado muta a SERVICIO DE INTERÉS PÚBLICO! Visto que vamos a estar confinados durante una temporada veo claro el futuro de esta página: resistir hasta el final y sin perder aliento. Un poco llegar a la excelencia de Escorpión y Bateria. Además, tengo que aprovechar que estoy bastante inspirado y se me han ocurrido algunas cosas que espero que os resulten de interés porque dejarme caer por aquí se está convirtiendo en una rutina necesaria para ponerme en cuarentena del terrorífico Mundo Real™. Esperad, por tanto, cacharreo practicamente diario por aquí.

Basicamente quiero alimentar la página con un par de cosas. Por una parte, he creado una página estática donde todos los días voy a poner ideas, enlaces y actividades para hacer con los pequeños de la casa y que podéis consultar aquí: [EDICIÓN ESPECIAL] Cuarentena Provechosa: ¿Es que nadie va a pensar en los niños?. Me gusta mucho hacer recopilatorios de enlaces (os invito a ojear mis especiales de Halloween) pero en esta ocasión no quiero soltar todo de golpe y porrazo porque creo que es mejor que sea algo gradual. Que cada día que entres te encuentres alguna cosa nueva para hacer con los peques, como si fuera una especie de calendario de adviento. Esta página no es que tenga una visibilidad que sea muy allá (estamos años luz en la escala Dulceida-Pombo) pero si le resulta de utilidad a alguien, me doy por satisfecho. Por no hablar de que todo lo que estoy poniendo lo estoy probando en mis carnes por pura necesidad, así que tiene el Mundo-Alocado-Seal-of-Quality (lo que quiera que sea eso).

Y por otra parte, quiero seguir con estos reportes diarios a lo cuaderno de bitácora (que en teoría era el uso inicial de esto tan obsoleto de los blogs). Tengo dudas sobre si la página sobrevivirá esta temporada tan sólo con estos Días de borrasca o si debería intercalar otro contenido, pero lo iré viendo sobre la marcha. El tiempo se está comportando de forma muy extraña desde que empezó la cuarentena: los días se me están pasando en un suspiro pero a su vez me parece que todo está ralentizado por la incertidumbre de no saber cuando (y como) acabará esto. Hoy he salido del bunker porque no podía pasar un día más sin tirar la basura y me ha parecido irreal. A pie de calle y con el silencio sepulcral que reina (bien) se podía escuchar un pitido intermitente en la lejanía que me ha recordado al protocolo de emergencia cuando aparecía un Ángel en Neon Genesis Evangelion. Vete a saber si era un tarado con su movil o sonaba solamente en mi cabeza. Antes de volver el enclaustramiento he ido a un DIA muy cercano para, mas que comprar, evaluar las  posibilidades que voy a tener de comprar en unos días. Lo esperaba medio arrasado y saturado de gente pero me ha tranquilizado mucho que no fuera así, aunque posiblemente todo haya sido un sueño porque nada mas entrar he escuchado a una persona hablando por teléfono diciendo algo así como que "no, aquí tampoco tienen papel higiénico". No sabía si contarlo en la página, no ya porque parezca un invent, sino porque he pensado que eso confirmaría que vivo en un meme o en una simulación.

Sea como fuere y mientras lo que viene siendo la fiebre de cabina me de tregua, estaré al pie del cañon. Pican. Dan luz. Pican pican. Dan luz...

15 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 4)

Una modesta proposición

Domingo por la tarde y tengo un pequeño momento de calma que espero que no sea de esos que preceden a la tormenta. El parque que da al ala este del bunker está completamente vacío y en la calle reina un silencio sepulcral, lo que contrasta un poco con esta misma mañana cuando algunos listillos se han saltado la cuarentena salerosamente y han sido increpados a voces. Supongo que es ese mismo tipo de gente que nunca limpia la mierda del perro, que pasa de reciclar o que tira las toallitas al W.C. porque están por encima del bien y del mal en el escalafón social (pero esperaté que haya que atenderlos en el hospital, que se reintegran enseguida). Son unos pocos casos aislados pero en escenarios como en el que estamos son muy escandalosos, y a mí al menos me minan la moral. 

Estoy agotado mentalmente por toda la incertidumbre de esta situación pero a su vez estoy inspiradísimo por la cantidad de buenas iniciativas que están surgiendo y la gente maravillosa que me rodea. Seguramente haya mucho cacharreo en Mundo Alocado durante la semana que viene pero, por lo pronto, quiero cerrar esta con la maravillosa reflexión de Miguel Brieva, auténtico titán que admiramos muchísimo en esta casa y todo un ejemplo de cordura en medio de la vorágine:


14 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 3)

Estados de alarma // Conciertos en pijama

Nuestro Genki-Dama era quedarnos en casa el puñetero fin de semana pero ya si eso otro día.

Ya es oficial: tenemos declarado el estado de alarma en España. Dura pero necesaria medida que, entre otras cosas, restringe de manera importante la movilidad... pero que ya si eso empezará a aplicarse el lunes porque para qué vamos a fastidiar el fin de semana. Que no es que miles de madrileñitos hayan pasando el día en el parque, en el campo o llevándose la infección a algún pueblito bueno de esos que sólo pisas en veranito o cuando son las fiestas... [*]
 
Me hierve la sangre con las conductas irresponsables que estoy viendo estos días (ejemplo de hoy) y con la falta de talla política a todos los niveles, pero llevo dos días hablando de miserías corporativas y humanas y hoy quería equilibrar un poco las cosas. Crisis de este tipo sacan lo peor y lo mejor de nosotros como individuos y como sociedad así que voy a coger un poco de aire y detenerme un momento en la parte buena, porque la verdad es que hemos tenido una agenda matutina de lo mas interesante confinados en el bunker. Dentro de las diferentes iniciativas que han surgido para reforzar ese #yomequedoencasa hay muchísimos grupos musicales que han dado conciertos gratuitos en streaming y en esta casa hemos disfrutado muchísimo con el Concierto en Pijama que se ha sacado de la manga Yo Soy Ratón. Para las labores de documentación que estamos haciendo estos días, dejo el video del anuncio del concierto:


Yo Soy Ratón es un grupo maravilloso para niños (y sin el "para niños", a secas) del que espero hacer un artículo mas detallado en un futuro porque fueron todo un descubrimiento. Desde este humilde rinconcito agradecemos enormemente el detalle tan bonito que han tenido. Son precisamente los niños quienes peor llevan esta reclusión domiciliaria y haber podido disfrutar desde el salón de todo un concierto en directo ha sido realmente especial. Se nota la humildad y corazón puestos en este gesto porque el pobre Manu Rubio ha tenido todos los problemas técnicos del mundo, pero el resultado y la intención me han parecido entrañables.

Son estos gestos desinteresados, y más necesarios que nunca, los que arrojan un poco de esperanza en estos días tan cuchurríos que estamos viviendo.

[*] Fé de erratas: Vamos a no dar cancha a informaciones incorrectas: en el momento de escribir este reporte (sobre las 19:00) todavía no había comparecido Pedro Sánchez, que finalmente ha confirmado que las restricciones de movilidad son efectivas desde hoy mismo. Menos mal, añadimos, porque ya estábamos preparando memes relativos al éxodo masivo que se iba a producir en Madrid durante el día de mañana. De todas formas, hecha la Ley, hecha la trampa: veremos cómo despunta la picaresca para acogerse a las excepciones ("es que salgo en coche de los madriles para comprar productos de primera necesidad... en el Mercadona de Guardamar del Segura").

13 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 2)

The plot thickens...

No tenía pensado hacer un reporte diario de esta crisis pero, como me temo que va a ir para largo, creo que refugiarme en Mundo Alocado me ayudará a conservar la cordura:



Mañana se declara el estado de alarma en España y a eso le sumamos que en Madrid (zona cero del asunto) hay un bombardeo sensorial muy intenso para que pasemos el fin de semana enclaustrados en casa (con su hashtag y todo: #yomequedoencasa). Visto el escenario actual y su más que previsible evolución, parecen medidas necesarias y razonables. 

¿Verdad?

Porque podemos pasar UN fin de semana sin salir a la calle para lograr aplanar la curva. Apelar a la responsabilidad individual para limitar el número de contagios y así... ehm... nada. 

Dejadlo. 

Esta es una foto de hoy por la tarde, en una calle cercana a nuestro bunker. Un Humans of Late Capitalism de manual porque, vale, mañana se van a anunciar medidas muy restrictivas que incluyen el cierre de todo tipo de establecimientos (¡que no estancos!) y es normal cierta paranoia survivalista que impulse el noble arte de hacer acopio de cosas. Y el vicio es el vicio, que vete a saber si la cosa se pone mas cruda, cuando volvemos a ver la luz del sol de nuevo, etc, etc... Pero, dejándonos de zarandajas, tenemos la siguiente estampa: en plena pandemia de una enfermedad hipercontagiosa que afecta mayoritariamente a las vías respiratorias, tienes a un grupo de persona(je)s saltándose recomendaciones, espacios interpersonales de seguridad, cuarentenas, peticiones expresas de hagamé usted el favor de no salir un par de días, coño, y lo que se tercie, para comprar tabaco.

Humans of Late Tabacalerism

No son los únicos lemmings aquí en Madrid. El primer día del cierre de colegios los parques estaban a rebosar (FACT CHECKING: como el que da al ala este de nuestro bunker). Una de las medidas mas populares que han tomado muchas personas mayores, que ya no van a poder echarse sus bailoteos matutinos en los clausurados centros de día, es la de "cuarentenarse voluntariamente" en sus apartamentos de la playa o en sus pueblitos buenos, estratégica decisión que, PARA NADA, provocará un estallido del número de casos a lo largo y ancho del pais. Y las terracitas de los bares a rebosar, que está haciendo muy buen tiempo estos días y han salido, como de la nada, unas CORONAVACACIONES muy apañadas.

Siempre nos quedará la juventud, que mucha crítica a los millenials por aquí y por allá y luego el sentido común que exhiben en situaciones de... ehhm... Crownvirus Party... ¿Contagiaté de nosotros?

Esperamos que en el reservado se respeten las distancias de seguridad

¡Eso es! Hay que tomar la última, que mañana nos cierran los bares así que vámonos de CORONAPARTY (2x1 tercios Coronita, no falta detalle). Decir que la fiesta se celebraba en el Pub Wakanda de Sevilla y en cuanto se viralizó el cartel, cancelaron la misma. Es una pena porque 10 € entrada y 2 copas nos podrían haber confirmado si COVID-19 sobrevive al garrafón.



Hoy he pasado el día haciendo un acopio de moral importante porque intuyo (ojalá me equivoque) que esta situación se va a extender más de lo que pensaba. Ha sido un día de contrastes, de ver como la gente es capaz de lo peor y de lo mejor en situaciones de crisis. Las fotos que he puesto hoy no me dejan de hacer gracia, pero pienso realmente que el contexto en el que estamos no da margen a esa irresponsabilidad. Una cosa son los memes, que riamos juntos hasta el fin de los días, y otra la subnormalidad profunda. Que tampoco estamos aquí como para ir dando lecciones de superioridad moral a nadie pero que si el efecto mariposa de "idiota va a comprar tabaco con la que está cayendo" provoca que me entren unas toses, estupenda la gracia.

11 mar 2020

Días de borrasca [víspera de resplandores] (pt. 1)

Meanwhile, in a coronavirus-infected Madriles:

10/03/2020 - Día 0. Parking de un Mercadona cualquiera.

Pues ya tenemos la histeria del COVID-19 instalada en nuestras calles. Mundo Alocado retransmite desde un bunker ubicado en alguna parte del cinturón sur de Madrid y, oh sí, la paranoia absoluta campa a sus anchas. Hoy es el primer día de la especie de cuarentena a la que se ha sometido a los menores (15 días de cierre de colegios) y, personalmente, estoy viendo de todo. Con lo catastrofista que me suelo poner a veces me resulta muy curioso estar en medio de un escenario pre-apocalíptico... REAL (nunca había vivido medidas de contención de este tipo). No negaría que hasta me produce cierto cosquilleo de satisfacción (rollo ir haciendo una pancarta bonita The End is Nigh para cuando toque) si no fuera porque paso de leer toneladas de memes a hablar con personas a las que el impacto de esta crisis va a destrozar. Dicho esto último, aquí en esta página nos aferraremos siempre al humor como a un clavo ardiendo, así que no hay mucho arrepentimiento por mi parte por post como el del otro día. Que el fin del mundo, o lo que tenga que venir, nos coja riendo. 

Lo he creado yo, estoy muy orgulloso T_T

Quería documentar un poco alguna cosa que otra en la página porque al cotilla del Sr. Forfy del futuro le gustará volver para echar un vistazo. Son días extraños en los que la preocupación y el desdén comparten habitación contigo sin que sepas a quien hacer más caso. Días de risa constante gracias a ese torrencial de memes que caracteriza a cualquier buena crisis que se precie. De entrar en modo alarma-extrema en cuestión de segundos porque descubres que puedes haber estado en contacto con personas contagiadas. De desinformación en vena por estar enfangado entre el sensacionalismo y las fake news (esos audios del WhatsApp que los carga el diablo). De oportunismo político de la mas baja estofa, que no por viejo conocido en estos escenarios de desgracia deja de sorprender. Y, tambien, días de mucho humans of late capitalism (concepto que amamos en esta página) porque una cosa es aprovechar la coyuntura y echar unas risas a costa de gente que arrasa los supermercados como si estuvieramos en Mad Max y otra es ser un auténtico hijo de puta:



Esta ha sido la campaña que Uber Eats lanzó este pasado lunes, diría que justo después de la rueda de prensa donde el Gobierno y la Comunidad de Madrid anunciaban el cierre de colegios. Sinceramente, mi primera reacción cuando ví la imagen fue la de pensar que era fake (casi lo sigo pensando ahora) pero... no, efectivamente, esta gentuza es capaz de eso y mucho más. La verdad es que no tengo mucho más que desarrollar porque la imagen se explica sola, aunque el detalle de ofrecer ese descuento EXTREMO, con la que está cayendo justo ahora, es de rasgarse las vestiduras. Al menos este tipo de crisis hace que muchos de estos monstruos del neoliberalismo más desalmado (o cómo los queráis definir) se quiten las caretas, por si quedaba alguna duda al respecto. Creo que el olor a podredumbre moral os tiene que llegar a través de la pantalla.

Ahora, hay que reconocer que han estado muy avispados e ingeniosos ¡todavía habrá que darles crédito por eso! Miseria en estado puro.