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24 mar 2015

Feminism and Pop Culture (Andi Zeisler. Seal Studies. 2008)

 

Mientras me documentaba (un poco, tampoco exageremos) para elaborar los artículos relativos a la polémica con la Barbie ingeniera (#FeministHackerBarbie) y a la reciente obsesión por los culos en la cultura popular (a$$quake) me sorprendió un patrón común que encontré en bastantes artículos relativos a feminismo en su vertiente más pop. Daba por sentado que iba a toparme con la eterna controversia que surge a la hora de interpretar el término y aun así me chocó comprobar como determinadas personalidades (divas de pop-chicle mayoritariamene) hacían especial hincapié en declararse afines a la causa. Me llamó mucho la atención cómo se vanagloriaban expresamente por ello, cómo se afanaban en etiquetarse así en lo que parecía ser más una tendencia de temporada que una convicción de fondo. Quizá sea un debate que se me escapa pero no creo que lo que hacen actualmente Nicky Minaj o Miley Cirus suponga ninguna reivindicación o aporte al respecto pese a que intenten justificar sus "personajes" y modus operandi en el marco de una liberación femenina plagada de clichés. De hecho pienso que representan todo lo contrario: no hay nada más artificial ni prefabricado que una diva de pop-chicle. Ni más peligroso, ya que nos ponemos.

29 nov 2014

#FeministHackerBarbie

No se puede decir que este año que va tocando a su fin haya sido muy bueno para Barbie. La hemos visto protagonizando todos los titulares equivocados en una especie de bucle retroalimentado: las páginas de tendencias nos hacían notar su alarmante pérdida de popularidad por el viejo tema de representar unos valores (morales, estéticos) que cada vez están más disociados a los tiempos que corren y, en consonancia, las páginas de economía hacían notar que esa falta de popularidad estaba haciendo mucha mella en la cuentas de Mattel. Para colmo de males iniciativas como Lammily, muñeca-protesta con medidas y ropero clase media (y con una exagerada colección de imperfecciones cutáneas de todo tipo en su búsqueda del realismo más allá del realismo) son aplaudidas a rabiar y se consideran una victoria sobre todo lo que representa quien fuera el buque insignia de Mattel. Todo esto ya fue analizado con detalle en 1994 en el episodio Lisa vs. Malibu Stacy de Los Simpson con la diferencia de que 20 años después iniciativas de muñecas-protesta como Lisa Lionheart/Lammily plantan cara sin problemas a todo un imperio empresarial. Y tienen todas las de ganar. David contra Goliath en la era del crowdfunding y lo viral.