Escuchar a Nine Inch Nails me provoca siempre sensaciones de distorsión temporal: siento que debería haberlos descubierto en otras etapas de mi vida; que son (o deberían haber sido) la banda sonora de acontecimientos pasados. No es exactamente nostalgia-de-sensaciones-que-no-fueron, es más bien que hay algo ahora mismo que no funciona, que el presente no está donde debería estar. Y no entremos en equívocos porque nada de eso es intrínsecamente negativo.
Es simplemente que algo está roto, que no termina de funcionar como debería.
Como esta página, por poner un ejemplo. Al menos en este preciso momento, o puede que viniera así de serie, que siempre haya tenido algún engranaje desencajado y sus colapsos no sean más que obsolescencia programada. Nada que no se pueda parchear una vez más para tirar otra temporada. Sólo hay que invocar las energías adecuadas.
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